Ya llegó una de las citas importantes del año, la Clásica de los Lagos 2009, y en la cual el objetivo, si no el de mejorar el tiempo global del año anterior, era el de mejorar los 1h10min de ascensión a Lagos del año pasado.
No empezó muy bien la cosa, ya que salí de casa justo de tiempo, olvidándome de coger algo de comida, al menos para ir comiendo hasta los avituallamientos.
Además tenía estos días sobrecarga en los cuádriceps por haber usado mal el Compex.
La salida era a las 9 y llegué a Cangas a menos cuarto, sin poder pasar hacia el polideportivo donde tenía q recoger todavía el chip y el dorsal, porque ya estaba la carretera cortada. Así q estuve dando vueltas por el pueblo, nervioso porque como no encontrase donde aparcar pronto no iba a poder salir, al final aparqué en una cuneta en una carreterina que salía del pueblo.
Monté la bici corriendo, olvidando los guantes en el coche, y tiré para el poli, cogí el chip, arrugué el dorsal y lo metí en el bolsillo y fui hacia la salida siguiendo a unos que iban tan rezagados como yo. Cuando estaba llegando a la salida pensando que ya habrían salido, me doy cuenta de que dejé las gafas donde recogí el dorsal, joerrrr, ná, no me da tiempo a volver a por ellas.. por fin llego y todavía por suerte no se ha salido, pero estoy atrás del todo con 2000 y pico personas delante, bueno, después de todo llegué por fin. Creo que se retrasó algo la salida y por eso me dio tiempo de llegar.
Estaba lloviznando, y salpicaba en la cara el agua de los de delante, y yo sin las gafas… en fin, vamos pallá.
La salida atrás es mucho más traquila que otras veces que salí en la primera mitad del pelotón, donde la gente ya salía nerviosa y a saco para ganar posiciones.
Poco a poco, aunque sin cebarme mucho fui ganando posiciones y adelantando grupillos, a veces a rueda de algunos y otras veces tirando yo. Antes de llegar a Ribadesella me topé con Teto y estuve con él hablando un rato. En el llano me encontraba bien, así que seguí sin prisa pero sin pausa, pasé a Petro y poco más adelante a Nacho, llegamos a Posada y poco después el primer avituallamiento, donde no paré porque todavía no tenía hambre y pensé que podría aguantar hasta el segundo. Seguí a ver si me encontraba con Rubén que, según Nacho iba bastante por delante.
Llegamos a Llanes y al desvío por la carretera que nos llevaría al primer alto del día, la Tornería al cual estaba temiendo, un puerto guapo pero con 3km muy duros, el último al 12% de media y que subí bastante mal, y eso que había puesto un piñón del 27 para la ocasión que usé casi desde el principio de la subida.
Poco a poco, primer puerto superado, viendo hoy los tiempos, tampoco tardé mucho más que el año pasado, ya que entonces aquí llegué con 2h 02min y esta vez con 2h 10min, y saliendo atrás del todo.
Al poco de empezar la bajada, intentando coger aliento otra vez, noto que la bici va inestable, miro patrás y mierda!! toy pinchao. La primera vez que pincho en una marcha, y espero que no se repita muy a menudo. Tranquilidad, me paro a la izquierda para no molestar a los que vienen bajando detrás, y lo voy arreglando con calma, la bomba de 3€ que tengo no hincha muy bien y dejo la rueda con poca presión aunque la suficiente parar poder seguir, rezando no volver a pinchar porque no llevaba más cámaras. Por suerte cuando me incorporo, llega Rubén, coño, si yo pensaba que iba delante… bajamos juntos y me comenta que lo debí de pasar en el avituallamiento donde yo no paré. Vamos juntos ese tramo hasta la siguiente subida, el alto del Ortiguero, y paramos en el avituallamiento que hay arriba, donde con la bomba suya intento hinchar un poco mejor la rueda.
Tras reponer bien iniciamos el descenso, y en el llano favorable entre Benia de Onís y Soto de Cangas incluso nos ponemos en cabeza tirando de un grupo y cazando alguno por delante, en el llano seguía yendo bien aunque sabía que lo iba a pagar luego.
En el cruce de Soto hacia Covadonga ya me puse a rueda de otros, y Rubén se fue quedando un poco. La carretera empieza a picar “parriba” y va quedando menos para lo peor. Llegamos a la entrada de Covadonga y a la rotonda del desvío para los Lagos, donde como siempre, hay un montón de gente animando, a partir de aquí cada uno tiene que sobrevivir por su cuenta, yo puse el 27 desde el principio porque me dolían bastante las piernas y tenía que ir con la mayor cadencia posible, que tampoco era mucha.
Mucho más lentamente y con más sufrimiento de lo que quisiera van pasando los metros y los primeros kms. de la subida, a medida que subimos se va cerrando la niebla y no se ve más allá de unos pocos metros, llega la Huesera con la duda de si lo podría subir de un tirón o me tendría que posar a descansar y estirar un rato, me entran amagos de calambres en los femorales pero no son muy agudos y puedo seguir pedaleando con esfuerzo. Lo bueno de la niebla es que no se podía ver lo que quedaba todavía de tramo duro y que a veces es desmoralizante, así que poco a poco hacia arriba… al fin algún tramo de descanso que da la vida por unos segundos combinados con otras rampas donde las piernas duelen mucho.
Al fin llega la bajada del primer lago y se divisa la última rampa antes de llegar a la meta, después de bajar, hice la globerada de sprintar en plato pero la rampa era más larga de lo que parecía y me quedé totalmente roto, teniendo que volver a meterlo todo para poder llegar. Por fin, prueba superada por tercera vez.
En cuanto a la parte competitiva, no tuve uno de mis mejores días:
-Puesto según el tiempo neto: 1.108. Tiempo: 4h 55min y 1h 13min en los Lagos.
Casi 25min más que el año pasado y 3min más en la subida.
A ver si el próximo año se da mejor.
Saludos.