Frío, lluvia, e incluso granizo nos cayó durante la Brevet 200 de este año.
Cuando me levanté había un claro en el cielo que invitaba al optimismo en contra de las predicciones del mal tiempo que se auguraban para el sábado y que al final fueron certeras. De hecho, al poco rato empezó a llover sin parar.
En fin, suerte y a preparar la bici y ropa de abrigo.
Al llegar a Oviedo ya estaba allí la mayoría de la gente que la iba a hacer, unos 37 valientes entre los que estaban Rubenzo y Nacho que se enfrentaban a esa distancia por primera vez.
Salimos y ya los primeros cortes en los semáforos de la zona del Cristo, bajando hacia Trubia ya me empieza a calar el agua en los pies por dentro de los botines y siento el frío aún más por la velocidad de la bajada. Ya en Trubia, en el repecho que hay saliendo del pueblo, entramos en calor y, tras ello, vuelta al terreno casi todo en descenso camino de Grao. En esa zona vi que no venía ni Rubén ni Nacho, y me empecé a preocupar por si les había pasado algo o habían dado la vuelta por el mal tiempo. Por suerte al poco rato llega Rubén que se había parado a hacer aguas menores y que me comentó que Nacho se había cortado con un grupillo saliendo de Oviedo.
Empieza el alto de la Cabruñana, al principio un grupo grande todos juntos, con Raúl el Presi bromeando bajando piñones mientras subía. Aquí recuerdo que nos cayó la primera granizada del día. Yo iba con otros 2 ó 3 delante y cuando me doy cuenta el resto de la gente se habían quedado.
Así que me quedé en un grupo de 4 con Moreda y Rabanal de la Scta y otro del HC. En ese grupo sólo da la cara Moreda, así que le doy el relevo hasta Salas donde comienza la subida a la Espina y Moreda se pone otra vez en cabeza tirando del grupillo a un buen ritmo, Rabanal va haciendo la goma pero al final coronamos los 4 a la vez y paramos a sellar en la gasolinera del alto, donde hay alguna gente esperando de los que iban por delante.
Ya llevamos unos 60kms y hay que repostar, yo me quedo esperando al grupo más grande que venía por detrás, tras tomar un café y unos pinchos, y con el frío metido en el cuerpo, reiniciamos la marcha camino de la bajada del Rodical que nos lleva al cruce de la carretera que va hacia Cangas, y llaneando por ella unos 30kms llegamos al fin a Cangas. Rubén se volvió a quedar cortado por una avería en un radio y se pegaría una paliza él sólo para llegar a Cangas poco después que el grupo en el que íbamos.
Parada en la cafetería habitual a comer algo y entrar en calor y vuelta a coger la bici bajo la lluvia para el camino de vuelta. Salimos otra vez en un grupo de 12 ó 13 capitaneado por Mariano, Fede y Pomar con la intención de ir todos juntos hasta Oviedo. Camino de Soto de la Barca, nos caen un par de granizadas tremendas, parecen cristales afilados cortando la cara… dura vida la del globero… en fin, nunca granizó que no escampara, y por suerte sólo son unos pocos minutos. Pasada la central térmica y el embalse cogemos a Nacho, que iba en un grupo que no había parado en Cangas pero tuvo un pinchazo y se quedó sólo, así que se acopla en el nuestro.
Siguiente parada para sellar y repostar en la zona de Cornellana, Rubén y Nacho continúan sin parar al no tener que sellar, pero cuando reanudamos la marcha ellos todavía estaban allí porque Nacho había pinchado otra vez, volvemos a ir juntos pero a los pocos metros, nuevo pinchazo de Nacho…. Así q nos quedamos los 3 juntos para arreglarlo e ir poco a poco a nuestro ritmo.
Al poco rato empieza la subida de nuevo a la Cabruñana por el lado por el que habíamos bajado antes y subimos tranquilamente porque ya el cansancio empieza a hacer mella. Bajamos a Grao, ya sólo quedan unos 25kms para llegar a Oviedo, según palabras de Rubén “yatá chupao”. Al llegar a Trubia nos encontramos con la gente del grupo en el que íbamos arreglando otro pinchazo de Pomar.. un pequeño descanso allí y reanudamos los últimos 11kms que separan Trubia de Oviedo, aunque temiendo la subida que hay, que sin ser dura normalmente, después de 185kms se convierte en un puerto de primera. Justo empezando a subir, el cuarto!! pinchazo de Nacho, esta vez porque, al parecer, Rubén le había puesto mal la cámara, en fin, que habiendo gente suficiente para ayudarlo, yo decidí ir tirando para subir a mi ritmo tranquilamente porque me notaba ya un poco tocao. Poco a poco ya se van divisando los primeros edificios del Cristo, esto está acabado, llego a la Gruta y espero a que vengan los demás, que casi me cogen. Nacho y Rubén venían algo más atrás también sufriendo un poco en la subida pero acabando los 200kms como unos verdaderos campeones.
Cuando me levanté había un claro en el cielo que invitaba al optimismo en contra de las predicciones del mal tiempo que se auguraban para el sábado y que al final fueron certeras. De hecho, al poco rato empezó a llover sin parar.
En fin, suerte y a preparar la bici y ropa de abrigo.
Al llegar a Oviedo ya estaba allí la mayoría de la gente que la iba a hacer, unos 37 valientes entre los que estaban Rubenzo y Nacho que se enfrentaban a esa distancia por primera vez.
Salimos y ya los primeros cortes en los semáforos de la zona del Cristo, bajando hacia Trubia ya me empieza a calar el agua en los pies por dentro de los botines y siento el frío aún más por la velocidad de la bajada. Ya en Trubia, en el repecho que hay saliendo del pueblo, entramos en calor y, tras ello, vuelta al terreno casi todo en descenso camino de Grao. En esa zona vi que no venía ni Rubén ni Nacho, y me empecé a preocupar por si les había pasado algo o habían dado la vuelta por el mal tiempo. Por suerte al poco rato llega Rubén que se había parado a hacer aguas menores y que me comentó que Nacho se había cortado con un grupillo saliendo de Oviedo.
Empieza el alto de la Cabruñana, al principio un grupo grande todos juntos, con Raúl el Presi bromeando bajando piñones mientras subía. Aquí recuerdo que nos cayó la primera granizada del día. Yo iba con otros 2 ó 3 delante y cuando me doy cuenta el resto de la gente se habían quedado.
Así que me quedé en un grupo de 4 con Moreda y Rabanal de la Scta y otro del HC. En ese grupo sólo da la cara Moreda, así que le doy el relevo hasta Salas donde comienza la subida a la Espina y Moreda se pone otra vez en cabeza tirando del grupillo a un buen ritmo, Rabanal va haciendo la goma pero al final coronamos los 4 a la vez y paramos a sellar en la gasolinera del alto, donde hay alguna gente esperando de los que iban por delante.
Ya llevamos unos 60kms y hay que repostar, yo me quedo esperando al grupo más grande que venía por detrás, tras tomar un café y unos pinchos, y con el frío metido en el cuerpo, reiniciamos la marcha camino de la bajada del Rodical que nos lleva al cruce de la carretera que va hacia Cangas, y llaneando por ella unos 30kms llegamos al fin a Cangas. Rubén se volvió a quedar cortado por una avería en un radio y se pegaría una paliza él sólo para llegar a Cangas poco después que el grupo en el que íbamos.
Parada en la cafetería habitual a comer algo y entrar en calor y vuelta a coger la bici bajo la lluvia para el camino de vuelta. Salimos otra vez en un grupo de 12 ó 13 capitaneado por Mariano, Fede y Pomar con la intención de ir todos juntos hasta Oviedo. Camino de Soto de la Barca, nos caen un par de granizadas tremendas, parecen cristales afilados cortando la cara… dura vida la del globero… en fin, nunca granizó que no escampara, y por suerte sólo son unos pocos minutos. Pasada la central térmica y el embalse cogemos a Nacho, que iba en un grupo que no había parado en Cangas pero tuvo un pinchazo y se quedó sólo, así que se acopla en el nuestro.
Siguiente parada para sellar y repostar en la zona de Cornellana, Rubén y Nacho continúan sin parar al no tener que sellar, pero cuando reanudamos la marcha ellos todavía estaban allí porque Nacho había pinchado otra vez, volvemos a ir juntos pero a los pocos metros, nuevo pinchazo de Nacho…. Así q nos quedamos los 3 juntos para arreglarlo e ir poco a poco a nuestro ritmo.
Al poco rato empieza la subida de nuevo a la Cabruñana por el lado por el que habíamos bajado antes y subimos tranquilamente porque ya el cansancio empieza a hacer mella. Bajamos a Grao, ya sólo quedan unos 25kms para llegar a Oviedo, según palabras de Rubén “yatá chupao”. Al llegar a Trubia nos encontramos con la gente del grupo en el que íbamos arreglando otro pinchazo de Pomar.. un pequeño descanso allí y reanudamos los últimos 11kms que separan Trubia de Oviedo, aunque temiendo la subida que hay, que sin ser dura normalmente, después de 185kms se convierte en un puerto de primera. Justo empezando a subir, el cuarto!! pinchazo de Nacho, esta vez porque, al parecer, Rubén le había puesto mal la cámara, en fin, que habiendo gente suficiente para ayudarlo, yo decidí ir tirando para subir a mi ritmo tranquilamente porque me notaba ya un poco tocao. Poco a poco ya se van divisando los primeros edificios del Cristo, esto está acabado, llego a la Gruta y espero a que vengan los demás, que casi me cogen. Nacho y Rubén venían algo más atrás también sufriendo un poco en la subida pero acabando los 200kms como unos verdaderos campeones.
Son las 6 y media y llevamos 8 y pico en la bici a la intemperie, ya va siendo hora de descansar un rato.
2 comentarios:
Que dura ye la vida de los globeros. No ye todo tomar sidra y hormigues. Que tomen nota algunos. Jeje!!
Hola a todos.
Me ha encantado la cronica de la Brevet,lo tuyo Chavi es el periodismo. Menos mal que me esperasteis.Gracias. Ya estaba bastante quemado con el tema de los pinchazos, para, cambia, quedate frio, vuelve a arrancar, etc.
Por cierto, he estado leyendo el Diario de las Cuencas Dinamiteras y hacia muchisimo tiempo que no me reia tanto, muy bueno, buenisimo.
¿ Que ye eso de les hormigues? Yo por si acaso me apunto.
Un abrazo y a seguir asi, con humor, con amistad, con compañerismo, da gusto.
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